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En un estudio, se observaron anomalías importantes en el electrocardiograma de 13% de más de 8.000 pacientes no seleccionados con diabetes de tipo 2, incluida prevalencia de 9% en el subgrupo de estos pacientes sin enfermedad cardiovascular identificada. Las anomalías electrocardiográficas menores fueron incluso más frecuentes.
Las mujeres con antecedentes de trastornos hipertensivos del embarazo (HDP) e hipertensión actual muestran una remodelación del ventrículo izquierdo una década después del parto, según un estudio publicado en la revista Journal of the American College of Cardiología.
Tradicionalmente el tratamiento de la obesidad consiste en cambios en el estilo de vida, tratamiento farmacológico y cirugía bariátrica. Los cambios en el estilo de vida son las intervenciones más efectivas y seguras a largo plazo, pero difíciles de implementar y mantener. La cirugía es efectiva, pero puede ser riesgosa. No existe tratamiento farmacológico exento de eventos adversos, incluso algunos han tenido que ser retirados del mercado. Combinando cambios en el estilo de vida con tratamiento farmacológico, los pacientes obtienen resultados más rápido, lo que les ayuda a mantenerse motivados.
El fármaco para bajar de peso recientemente autorizado, semaglutida en dosis de 2,4 mg/semana, probablemente marque el inicio de una nueva era en el tratamiento farmacológico de la obesidad.